jueves, 26 de junio de 2008

LA CAIDA DE LOS GRANDES IMPERIOS:

IMPERIO ROMANO

En el presente informe se dará a conocer como Roma ha dejado su huella en la historia, es una de las culturas que dio inicio a la cultura europea. Roma resistió a epidemias y catástrofes naturales que lograron superar y seguir con su expansión, pero la caída del imperio fue por otros motivos.

Su orígenes se remontan en una leyenda, Rómulo y Remo dos niños q fueron amamantados por una loba, estos fundan una ciudad en las montañas a orillas del Tiber, luego los hermanos se enfrentan entre ellos, Rómulo mata a Remo y así la ciudad toma el nombre de Roma que viene del nombre de Rómulo. Los habitantes de esta ciudad se hicieron grandes comerciantes y su economía se basaba en la agricultura.

En Roma el pago de impuestos estabilizaba su economía y también la ayudaba a aumentar su poder militar, pero la corrupción y el soborno hicieron disminuir el poder económico de Roma. Aunque tuvieron muchas crisis internas y ataques de pueblos del exterior, se consideraban amos del mundo, aunque muchas catástrofes destruyeran sus ciudades, siguieron adelante.

Anos después Roma arde en llamas por culpa de Nerón, quien culpa a los cristianos y son perseguidos para ser matados, años después de este hecho, Julio Cesar es victima de una conspiración y es matado, ya que los aristócratas siempre han querido tener el poder. Luego de esto toma el poder Augusto y Roma queda bajo un gobierno monárquico imperial. Roma siguió con su expansión pero los sustentos alimenticios fueron haciéndose pocos, fue allí cuando llegaron a orillas de Nilo y los conquistaron por sus grandes extensiones de trigo que permitieron que las fronteras pudieran seguir protegidas.

En todas sus batallas Roma salió victorioso y además siempre buscaba hacer alguna alianza, ya que siempre ofrecían protección y como resultado de esto Roma se expandió hasta todas las zonas importantes del mediterráneo. Cuando los romanos llegaron a Egipto vieron que era una civilización tan desarrollada como la suya, hay aprendieron a medir con mayor preescisión y llevaron monumentos egipcios para Roma con los que adornaban. Cleopatra fue la ultima reina egipcia, quien se relaciona con Julio Cesar porque creyó que aliándose con Roma conservaría su poder en Egipto, pero no fue así porque Julio Cesar murió y acabo con sus planes.

Pueblos del norte de Europa que estaban sufriendo necesidades emigraron hacia el sur, Roma siempre acepto a los emigrantes pero esta vez fueron demasiados, estos escapaban de los Unos, que andaban en busca de motines y Roma también era su objetivo. Lo que se inicio con la invasión de los Uno termina cerca del 470 d. C., Un rey germano destrona al ultimo emperador romano. Los conquistadores quisieron llevar la misma vida que los romanos, pero no pudieron porque no contaban con el poder militar y político necesario.

En conclusión se puede decir que Roma fue una civilización que desarrolló dos aspectos que se necesitan para sobreponerse ante los demás pueblos, que eran el orden político y el poder militar que facilitó su expansión y que si no hubiese sido por la avaricia de los aristócratas en consolidarse como imperio habría permanecido por más tiempo.

miércoles, 25 de junio de 2008

La Antigua Mujer Romana

Mujeres en la sociedad romana no fueron dadas mucho de poder Política y cambios eran el dominio de hombres. A decir verdad, los romanos tenían miedo a mujeres fuertes como reinas a menudo. Por ejemplo, los romanos no consideraban a Cleopatra favorablemente, temiendo que su Emperor Julius Caesar estaba bajo lo período esta reina extranjera.

El papel de la mujer era más importante en Roma que en Grecia. Gobernaba también la casa, pero tenía más autoridad que la mujer griega, porque estaba más asociada a la vida de su marido. Se la felicitaba porque cuidaba del gobierno de la casa e hilaba la lana, pero en realidad hacía más que eso. Compartía los honores que se tributaban a su esposo, aparecía con él en público, en las ceremonias y los juegos, y estaba rodeada de consideraciones; era en fin la señora, la matrona. En la casa, no estaba confinada en sus habitaciones, sino que tomaba parte en las comidas y recepciones. Su influencia, aunque no reconocida por la ley, de hecho era muy grande. Catán tuvo la prueba cuando quiso acabar, por medio de una ley, con el lujo de las mujeres. Los ciudadanos no se atrevieron a votar el proyecto a vista que sus esposas estaban en la Asamblea.

Pocas mujeres llevaban una vida del ocio lo suficientemente afortunado. Mujeres eran a cargo de criar niños y empresa de mantener. Debido a que no había control de la natalidad en las épocas romanas, mujeres estaban a menudo embarazadas. Hombres dejarían la casa por la mañana para el trabajo hasta aproximadamente el mediodía, y luego gastan la tarde se relajar en los baños o un evento de espectáculo público. Cuando un hombre regresó a casa, esperó encontrar su casa en orden. Las mujeres tendrían que lavar ropa a mano semanalmente que Serían colocados sobre arbustos o en el suelo para ser secados por el viento y el sol. Las mujeres ricas tendrían esclavos hacer todo lo trabajo, o llevarían la ropa a un tienda de lavado.

Las mujeres romanas de las clases altas disfrutaban de considerable libertad e independencia. Habían adquirido el derecho a poseer, heredar y disponer de propiedades. Las mujeres de las clases altas eran libres para asistir a las carreras, al teatro y a espectáculos del anfiteatro, aunque en los dos últimos lugares se les obligaba a sentarse en secciones para mujeres. Es más, las damas de alcurnia se hacían acompañar de doncellas y de matronas cuando salían. Algunas mujeres manejaban negocios, como compañías de embarques. Las mujeres todavía no podían participar en la política, pero el Antiguo Imperio fue testigo de un número importante de mujeres que influyeron en la política a través de sus esposos, por ejemplo: Livia, la esposa de Augusto; Agripina, la madre de Nerón, y Plotina, la esposa de Trajano.

miércoles, 18 de junio de 2008

La Familia Romana

LA FAMILIA ROMANA

La base de la sociedad romana fue la familia, la familia integrada de pleno en la gens, la tribu a la que pertenecía que a su vez se integraba en una sociedad formada por otras tribus formadas por familias, ramas todas ellas de un mismo árbol fuerte. La sociedad romana era clasista. Había dos clases principales de ciudadanos, los patricios y los plebeyos, los patricios eran los descendientes de aquellos patres que formaron el primer senado instituido por Rómulo al fundar la ciudad en 753 a.C., y los plebeyos eran los demás, el pueblo llano que diríamos ahora, que gozaba de ciudadanía pero que tuvo que luchar duro para arrebatar a la aristocracia sus derechos

Como base esencial de esta sociedad, la familia estaba también perfectamente reglamentada. Los romanos fueron un pueblo que amaba el orden por encima de todo y en Roma todo (menos las calles) estaba perfectamente ordenado. Cada unidad familiar constaba de un pater familias o padre de familia bajo cuya autoridad y tutela se hallaba la esposa, los hijos, los esclavos de su propiedad y los clientes, si la familia era lo bastante importante como para tenerlos.

El PATER FAMILIAS era el dueño legal del hogar y de todos sus miembros. En una sociedad patriarcal típica de la Antigüedad él era el que trabajaba para sostener la casa y tomaba las armas en caso necesario para defenderla y por tanto era la pieza sobre la que giraba toda la familia. Era él el que tenía la responsabilidad de dirigirla de manera adecuada s sus intereses no sólo dentro de la propia unidad familiar, sino de la gens a la que pertenecía y a la que estaba unida por vínculos sagrados.

El pater familias es la máxima autoridad familiar gracias a la Patria Potestad de que dispone, por la cual él es la ley dentro de la familia y todos los demás miembros deben obediencia a sus decisiones. La Patria Potestad no fue sólo un hecho jurídico reglamentado, sino, como todo en Roma, una consecuencia de la Tradición que los romanos seguían por considerarla sagrada. Gracias a ello, el pater familias tenía poder legal sobre todos los miembros de su familia además del poder que le daba ser su mantenedor económico o su representante ante los órganos políticos de Roma.

LA ESPOSA romana tenía más libertad que la esposa ateniense clásica y mucha más que durante épocas posteriores. Sobre la situación de la mujer es necesario decir que las sociedades entonces eran patriarcales, es decir, su base política, económica y militar era masculina, el hombre era el que aseguraba el sustento de la familia y de la sociedad entera con su trabajo y el que la defendía con las armas en caso de guerra, por lo que su papel era preponderante

Entre las familias aristocráticas romanas solían concertarse matrimonios de conveniencia. Toda la vida romana estaba reglamentada por contratos, incluso la relugión romana se basaba en contratos entre los dioses y los hombres, así pues, para que se celebrara un matrimonio era necesario contar con el permiso de los padres de ambos contrayentes, los matrimonios entre hermanos se consideraban crimen de incestum (incesto), bajo determinadas circunstancias los primos podían casarse. El matrimonio podía ser concertado cuando ella cumpliera 12 años y él 14, aunque para la boda formal se esperara a que ella pudiera desarrollar una vida sexual plena.

La domina o señora ahora se ocupaba de su nueva casa, las pobres de lavar la ropa, limpiar, hacer la comida y las ricas de supervisar cómo hacían eso los esclavos. Pronto llegaban los hijos y ella debía ocuparse de las primeras etapas de su educación como Aurelia se ocupó de la del joven César, enseñando a su hijo lo que significaba ser romano. Si el esposo se ausentaba su palabra era ley dentro de la casa tanto para esclavos como para clientes. La mujer romana se sentaba a la mesa en las cenas formales con los invitados, los hombres recostados en triclinios y ellas sentadas en sillas, aunque en época de Augusto muchas ya se reclinaban en los triclinos provocando el escándalo de las señoras más tradicionales. Además tenían libertad para salir de su casa para hacer compras, visitar amigas, asistir a los espectáculos públicos, a las termas femeninas o a los templos. Mientras estuviera bajo el techo de su padre la mujer le debía a éste obediencia paternal y mientras estuviera bajo el de su marido le debía a éste obediencia conyugal. En el caso en que una mujer quedara huérfana y no estuviera casada, o si lo estaba quedara también viuda se convertía automáticamente en sujeto de pleno derecho, aunque este caso era considerado por las mujeres de aquella época no como una liberación, sino como una gran desgracia puesto que quedaban solas e indefensas.

LOS HIJOS estaban sujetos a la tutela paterna mientras no formaran su propia familia y se desvincularan así legalmente de dicha tutela, pero estaban sujetos a la autoridad paterna (la Patria Potestad) mientras el padre viviera debiendo guardarle respeto y obediencia. Tras el nacimiento el hijo era presentado a su padre que lo reconocía como suyo cogiéndolo en sus brazos en la ceremonia llamada sublatus. Si el padre no reconocía al niño éste podía ser abandonado para que muriera, aunque este extremo no era en absoluto frecuente, ni mucho menos. Si era niña se la adjudicaba un nombre a los ocho días del nacimiento, si era niño a los nueve días, los niños tenían tres nombres tal y como hemos visto, las niñas uno sólo. El registro oficial del recién nacido tenía lugar en el templo de Saturno en un plazo de 30 días desde su nacimiento. En los actos oficiales los hijos varones llevaban una toga praetexta ribeteada de púrpura y una bula de oro al cuello para simbolizar su pertenencia a la clase libre de ciudadanos romanos. Hasta los siete años era su madre la que se ocupaba de enseñarles, desde los siete a los catorce lo hacían en una escuela primaria donde se les enseñaba a leer, escribir y materias como la aritmética en lo que era el primer escalón educativo romano. Si la familia podía permitírselo el niño era adiestrado por un profesor contratado que le instruía en casa. Para acceder al segundo escalón de estudios sobre sobre gramática y literatura se necesitaba a un profesor particular, un gramaticus que le enseñaba latín y griego. Julio César fue adiestrado en estas disciplinas por Marco Antonio Gnifón, un gramaticus de origen galo. El tercer escalón era el aprendizaje de la retórica, generalmente enseñada por un rhetor. César completó este escalón en la prestigiosa academia de retórica de la isla de Rodas con el maestro Milón, considerado el mejor maestro de retórica de su época.

Para los varones la mayoría de edad, su ingreso en el cuerpo ciudadano con plenos derechos tenía lugar a a los dieciséis años aproximadamente y se solía realizar durante las liberalia, las fiestas de Liber Pater y Libera, el 17 de marzo. El muchacho se desvinculaba de su niñez ofreciendo la toga praetexta infantil y la bula a los dioses y se vestía con la toga virilis de color lana natural, el orgullo del ciudadano romano. Después acudía, acompañado de toda su familia, amigos y clientes, a inscribirse como ciudadano romano de pleno derecho y ofrecía un banquete para celebrar su nuevo estatus.

El nuevo ciudadano lo era porque ya podía ser soldado y defender a Roma de sus enemigos, si se le consideraba físicamente apto debía cumplir su servicio militar. En tiempos de César, tras la reforma de Mario el ejército romano era profesional y el servicio militar ya no era obligatorio pero si se quería acceder al cursus honorum (ver el capítulo correspondiente) lógicamente era necesario servir en el ejército. Los jóvenes de la aristocracia solían servir como tribunos de los soldados y ésta fue la primera vez que Julio César se presentó a unas elecciones, salió elegido y partió al Este a desempeñar su función ganando la corona civica en el sitio de Mitilene.

La prematura muerte del padre de César tuvo importantísimas repercusiones en su vida ya que no sólo quedó liberado inesperadamente de la Patria Potestad, sino que de hecho quedó automáticamente convertido en pater familias, con lo que legalmente nadie podía ponerle trabas a sus deseos.

LOS CLIENTES estaban considerados como una parte especial de la familia ya que la clientela era una institución muy arraigada en la sociedad romana. Las familias importantes se vanagloriaban del número de clientes que tenían y su prestigio y poder dependían en buena parte de ellos.

Un cliente era un romano que se encontraba bajo la protección de otro. A finales de la República prácticamente todos los romanos eran clientes de otros romanos que a su vez lo eran de otros. Tito Labieno era cliente de Pompeyo como Marco Antonio lo era de César. El patrón tenía la lealtad política de su cliente y a su vez debía protegerle y ayudarle cuando lo necesitara. Se preocupaba de buscarle alojamiento si lo perdía, de encontrarle una buena esposa, se asistirle legalmente o de prestarle dinero y el cliente apoyaba todos los proyectos de su patrón votándole, asistiendo a sus fiestas, haciéndole la "pelota" al fin y al cabo. Esta situación era de gran importancia en aquella Roma, ya que las fuerzas políticas necesitaban el mayor número de clientes posible, y cuanto más importantes fueran mejor.

LOS ESCLAVOS formaban parte de la sociedad romana y de todas las sociedades de aquella época, y desgraciadamente de otras épocas también. La esclavitud en aquellos tiempos era algo completamente normal, los esclavos lo eran porque habían sido derrotados en una guerra, porque habían sido vendidos por no haber podido hacer frente a las deudas, por castigo legal o simplemente porque nacían de padres esclavos. En Roma al menos tuvieron el derecho de poder comprar su libertad y de incluso ser ciudadanos romanos. Los esclavos recibían un sueldo que dependía de sus amos, como de sus amos dependía el trato que recibían, según la calaña del amo la falta se sancionaba con una reprimenda o con latigazos, el amo tenía potestad legal incluso para matar al esclavo si éste cometía una falta grave. Con el dinero ahorrado el esclavo podía comprar su libertad a su amo o bien éste, después de años de leales servicios le manumitía, es decir, le liberaba y así el esclavo, convertido en liberto podía ser inscrito en el censo de ciudadanos romanos, incluso adoptando el nomen de su antiguo dueño y convirtiéndose en cliente suyo. Los dos principales ministros del emperador Claudio, Pallas y Narciso, eran libertos, esclavos liberados. En Roma, en medio de la más espantosa situación como era la esclavitud, siempre existía la posibilidad de salir de ella, cosa que en otras culturas nunca ocurrió. Si la esclavitud es algo deplorable, algo que nos avergüenza a los que creemos en la libertad del ser humano, pensemos que aún hoy, en el siglo XXI existe la esclavitud en países como Sudán, y eso es algo ante lo que no podemos volver la vista.

En conjunto, la familia romana funcionaba como un micro universo en el que cada miembro tenía un papel definido, cada una de ellas tenía un pater familias y cada gens tenía a su líder natural. Recordemos el papel de Sexto César, primo de Julio César, siempre apoyando en todo a su primo o el de Quinto Cicerón, simpatizante de César pero incapaz de vulnerar el pacto sagrado que lo unía a su hermano mayor, Marco Tulio. Todo en Roma formaba parte de una maquinaria única en la que cada pieza, familia o gens, encajaba como un perfecto engranaje.